El secuestro y la posterior liberación de Margarita Toro, ocurrido el pasado 24 de abril, dejaron al descubierto una guerra entre clanes que estaría directamente relacionado al narcotráfico y al narcomenudeo.
"Vendan mucho fernet para comprar muchas balas, ¿me escucharon manga de giles? Ahora están embrollados con nosotros", fue la presunta amenaza que habría salido de la boca de unos de los integrantes del clan Toro contra los Acevedo, familia con la que tendrían un viejo enfrentamiento.
“Es muy triste ver a nuestros alumnos piel y hueso caminando”
Esto hizo que se tomen medidas de seguridad en toda la provincia, sobre todo en las inmediaciones del estadio de Atlético, ante un presunto enfrentamiento entre los líderes de los clanes que forman parte de la hinchada del club de 25 de Mayo y Chile.
El ministro de Seguridad, Claudio Maley, pidió que se le quite protagonismo a estas organizaciones: “son grupo minúsculos, más que considerarlos clanes, a los que se le dio dado trascendencia”. “Nos estamos ocupando. Varias situaciones están judicializadas: hay un proceso en la Justicia Federal y otros, en distintas fiscalías”, sostuvo.
“Ministro Maley, todo lo que esté dentro de la Ley, haga todo lo que tenga que hacer para acabar con los narcos, porque tiene apoyo político”, fue el mensaje que el gobernador Juan Manzur hizo público.
Esta semana, el mandatario tucumano tomó juramento a Juan Carlos Driollet como nuevo titular de la secretaría de la Lucha contra el Narcotráfico y a Juan Zaracho como subsecretario de Coordinación Jurisdiccional.
“Nuestra misión será la de contribuir en las operaciones policiales en todo lo que sea narcotráfico”, explicó Driollet. Actualmente, en nuestra provincia la Dirección General de Drogas Peligrosas cuenta con delegaciones en la capital, Banda del Río Salí, Simoca y Concepción.
La creación de esta nueva oficina deja en claro que la guerra por el narcotráfico en Tucumán no es un detalle menor y genera preocupación en las autoridades.